Reflexión
política global
2020/09/16
Realmente la
diferenciación entre izquierdas y derechas, entre ricos y pobres, está obsoleta?
El mundo en
su conjunto, cada país en concreto, cada ciudad por separado, ya no cabe
interpretarse bajo ese prisma diferenciador?
No sólo no
está obsoleta sino que está plenamente vigente: año tras año, la desigualdad
crece a pasos agigantados, los ricos son cada vez más ricos en tanto los pobres
lo son en constante crecimiento, si es posible ser aún más pobre.
Abundando
aún más: realmente el pueblo, la gente de a pie, manda algo? Decide algo? Sirven
sus votos para algo? Cambian algo?
Ha habido
atisbos engañosos, como el advenimiento al poder del PSOE en 1982.
Otro más
reciente: el actual Gobierno, de coalición entre PSOE y UP.
En serio: ha
cambiado algo? Algo sustancial?
Noticia reciente, de esta semana: <<Podemos asume no subir impuestos a cambio de incrementar los gastos>>
Quién tiene
la culpa de que, a pesar de los pesares, nada cambie?
Quién es
el responsable de que nada cambie?
El poder
económico? La derecha y ultraderecha que son sus representantes y portavoces? La
izquierda dedicada a filosofear y su aversión a confluir? Los independentistas
que priorizan su independencia, unidos con sus antagónicas derechas propias?
Los que votamos a unos u a otros?
La respuesta
es obvia, pero no tanto: TODOS, aunque no en la misma medida, en tanto todos no
tenemos la misma posibilidad y probabilidad de influir en el cambio.
No seamos
trileros y soltemos aquello de “todos somos iguales”, “cada persona un voto”,
“todos los votos valen lo mismo”.
No nos
autoengañemos, no nos autovendamos motos ni burras viejas: los votos de las
derechas y ultraderechas valen más, influyen más, cambian o evitan cambiar más,
por la sencilla razón de colonizar absolutamente todas las estructuras
decisorias: empresa y empleo, inversores, fiscalidad, judicatura.
De qué sirve
que votemos Izquierda si, a excepción de determinadas cuestiones importantes pero
menos o poco económicas, no tiene posibilidad alguna de cambiar prácticamente
nada?
Y no vale
poner de ejemplo las medidas adoptadas con la presente pandemia, porque aquí se
han adoptado, más o menos, las mismas que en países gobernados por la derecha,
sólo porque eran, siguen siendo, medidas de extrema necesidad.
Vuelvo a lo
apuntado antes: Noticia reciente, de esta semana: <<Podemos asume no
subir impuestos a cambio de incrementar los gastos>>
El problema radica en que mayores necesidades precisan de mayores recursos, y si no se suben selectivamente los impuestos (a los que más tienen, a los que más y durante más tiempo se han beneficiado de los periodos de bonanza) han de subirse los gastos, y ésto sólo se cuadra con un mayor deuda nacional, ya de por sí muy elevada y difícil de financiar.
Todo este proceso ha llevado, hasta ahora, a recortes y más recortes, y, en consecuencia, a una cada vez mayor desigualdad.
Quiere
esto decir que no hagamos nada, que para qué molestarse para nada?
En absoluto,
más bien al contrario, debe hacernos asimilar la realidad para valorar en su
justa medida su injusticia y la fuerza de la misma. Debe hacernos más fuertes,
más sensatos, más pragmáticos, menos filosóficos, a la hora de enfrentarnos UNIDOS
a nuestros oponentes, que no enemigos.
Ellos, nuestros oponentes, los neoliberales, la derecha y ultraderecha, los 'patriotas', los que son 'como dios manda', defienden su estatus, sus privilegios,
por lo general indebidamente conseguidos, defienden SU España, SU
Mundo, SU Patrimonio, SU Posición y SU Dinero.
No perdamos el tiempo en tratar de
entenderles: Cómo son capaces de votar lo que votan? De decir lo que dicen? De
creerse lo que les dicen?
Nada hay que entender, basta con saber
que ellos sólo se defienden, defienden lo SUYO, de todo lo que les etiquetan, sus pastores,
como judeomasónico-rojibolivariano, es decir de todo aquello que temen les
meta la mano en SU cartera.
Independientemente de cómo la hayan
conseguido y cómo la vayan rellenando: herencias ilegales e ilegítimas,
apropiaciones indebidas, privatizaciones de amigos, inmatriculaciones divinas, fraudes,
comisiones de cazo o robos directos.
Dos simples ejemplos ilustrativos, cuya
repercusión en los medios y en la sociedad ha sido y está siendo mínima: la
huida del demérito rey con sus arcas a buen recaudo en paraísos fiscales
varios, así como con graciosos y millonarios supuestos regalos a supuestas amantes, y los dimes y diretes relacionados con el extinto (¿!) Franco y sus herederos, en particular el Pazo de Meirás.
Una pregunta inocente: si tenemos una educación y sanidad
públicas, por qué regamos el sector privado en ambos sectores con cientos de
millones bajo el hipócrita paraguas de lo concertado? Concertado? Quién
determina los planes de educación? Quién puede acceder a esos colegios privados
concertados o a esas clínicas privadas? Por qué en la enseñanza pública hay barracones con goteras y sin calefacción y los niños 'como dios manda' estudian
en colegios amigables muy bien dotados, en parte con dinero de todos?
Otra pregunta inocente: si estamos en un Estado laico, por
qué regamos a la santa madre iglesia con cientos de millones de los impuestos
de todos, y les eximimos de pagar impuestos de sus propiedades, en gran medida procedentes
de inmatriculaciones ilegales e ilegítimas?
Todo esto se puede solucionar
fácilmente: quieres
educación privada, sanidad privada, religión y templos particulares? Si la respuesta
es afirmativa: págatelos con TU dinero, lo mantienes y lo costeas TÚ, pero con tu dinero obtenido de tu trabajo y tu esfuerzo, como el resto.
El mejor Estado es el inexistente, el mejor Gobierno es el
ultraliberal, hay que defender la libertad a ultranza de los emprendedores, de los que son 'como dios manda', de los 'nuestros' en definitiva.
Mientras hay bonanza, mientras hay
zonas públicas que saquear, que
privatizar entre los amigos, mientras hay comisiones que magrear a
cambio de concesiones posteriores a los amigos, todo guay.
Y cuando a la vaca ya no le queda
leche, está seca? Y cuando nos llega una pandemia que nos levanta las faldas y
nada tenemos debajo?
Muy fácil: exigimos a Papá Estado capazos de subvenciones, exenciones, dineros a fondo perdido en definitiva,
para que nos permita seguir manteniendo nuestro tren de vida, aunque sea a
cambio de pisotear más si cabe a los pobres, que, no olvidemos, son pobres
porque quieren, porque no se esfuerzan, porque no son ‘como dios manda’.
Como bien se detalla en el reciente
libro El mundo no es como crees: <<los pobres no son pobres
porque quieren, sino porque no tienen capacidad de cambiar su situación, de
igual manera que les pasa a los ricos con la suya>>, siempre salvo raras
excepciones.
Como bien explica Varoufakis,
exministro de Finanzas de Grecia, en su último libro: <<ya sufren los pobres lo que deben?>>
En definitiva, no planteemos esto
como una guerra, que no lo es, sino como la sucesión de miles de batallas
diarias, incruentas, sin muertes físicas, donde la única consecuencia es que unos ganan y otros pierden, casi
siempre del mismo lado pero no siempre.
No son nuestros enemigos, son
nuestros oponentes, que, como nosotros, defienden lo suyo, aunque ese suyo sea
en realidad y en gran parte nuestro.
No tratemos de razonar con ellos, es
absurdo e inoperante, nos llevaría a una obvia y agotadora discusión bizantina.
Concentrémonos en defender lo NUESTRO
con uñas y dientes, pero siempre legal y legítimamente, y, sobre todo, con PRAGMATISMO
y UNIDAD: debemos, y deben nuestros políticos, PRIORIZAR, es decir anteponer el objetivo fundamental del beneficio común, general, que recorte la salvaje desigualdad existente, dejando en un segundo plano, aunque no olvidados, otros objetivos legítimos como la República o más concretos como la independencia de una comunidad (siempre que no suponga el recorte salvaje de gastos sociales en esa comunidad o la alianza, legítima pero espuria, con derechas supremacistas e incluso supuestamente corruptas)
Los
frentes abiertos son varios, pero todos forman parte del mismo rompecabezas:
- -
Fake news, bulos
-
- Hipocresía y cinismo de la derecha y ultraderecha, del neoliberalismo
-
- Judicatura
-
- Cloacas del Estado
- - Medios propiedad del poder económico
-
- Privilegios e intereses Iglesia Católica
(se
desarrollan más adelante…)
1.-
Fake news, bulos
La primera vez que hice una reflexión
por escrito acerca de las fake news fue el 7 de octubre de 2018, comentando un
artículo del profesor Luis García Montero, en Infolibre, del que entresaco
el siguiente párrafo:
<<¿En qué nos están convirtiendo? Cuando las cloacas potencian la crispación y la suciedad, se
genera en las redes sociales y en las conversaciones una complacencia mezquina
con el insulto, la calumnia y la falta de respeto. Parece que las
audiencias aumentan cuando en una tertulia política toman la palabra
determinados personajes que no conocen la decencia profesional y se dedican a
colaborar con mafiosos y empresarios sin escrúpulos. >>
No tengo referencia acerca de cuándo se
puso de moda esta basura, lo que sí sé es que el año de la pandemia, este inolvidable
2020, ha tenido una presencia y una incidencia agotadora, omnipresente, en
todos los medios, llegando a provocar verdaderos cismas familiares y de
amistades.
Atribuirle la partición en dos de
España quizás sea exagerado, si partimos de una España partida en dos ya antes.
Mi opinión y mi acción es y ha sido
beligerante al respecto, al entender que callarse o mirar para otro lado no
sólo no resuelve nada sino que da fuerza y “razones” a los fakers para incrementar
su actividad y agresividad.
Los fake-news, los bulos, han de
combatirse con todas las medidas y recursos legales existentes, y con
argumentos y pruebas, no con emociones ni filosofías. Y lo hemos de hacer cada cual en
nuestro ámbito (familia, amigos, grupos), y los periodistas y Medios que se
precien desde su inmejorable púlpito.
2.- Hipocresía
y cinismo de la derecha política, del neoliberalismo
Podemos utilizar miles de ejemplos de
la hipocresía y cinismo neoliberal, abundan más que las moscas en un vertedero.
Sirva la referencia de un asunto de Ciudadanos y la Junta Electoral, que expuso
Elisa Beni, en eldiario.es, el 29 de febrero de 2020, y en el que detallaba
la infección de dicha Junta:
<<el cinismo que mueve y
fundamenta los actos de la derecha, más en concreto, en este caso, del partido
Ciudadanos con motivo del escándalo destapado por eldiario.es del topo
insertado en la Junta Electoral Central por parte de dicho partido, topo a sueldo de éste, quien
en lugar de abstenerse, como es procedente y legalmente establecido, fue juez y
parte de las denuncias presentadas por Ciudadanos, las cuales, supuestamente (a
falta de demostrar) eran redactadas por el propio topo.>>
El neoliberalismo ha profanado/usurpado/prostituido
conceptos tan nucleares como libertad, justicia e igualdad.
De nuevo, parafraseando al profesor
Luis García Montero: <<El neoliberalismo político es un regreso a la
ley de la selva enmascarado de modernidad.>>
Entresacado de un artículo suyo, en
Infolibre el 28 de octubre de 2018, al que yo comenté:
“Con la libertad e igualdad por
bandera, bellas y manoseadas palabras, los liberales abogan realmente por una
ley de la selva donde ellos ya poseen los jeep, el gasoil, los rifles y las
balas para disfrutar del safari. Y, si el safari no cobra las piezas oportunas,
siempre cabe la opción de “socializar pérdidas” tras haber “privatizado
beneficios”.”
Allá donde gobiernan, y también donde
“gobiernan desde atrás”, han vaciado y destruido lo público, con
transferencias brutales hacia lo privado, en educación y en sanidad, provocando
que miles de estudiantes reciban clases en barracones con goteras y sin
calefacción, y provocando la muerte de miles de personas en residencias geriátricas ‘dejadas de la mano de dios’, ese dios del que hablan todos los
días.
Cuando los neoliberales hablan de
libertad, se refieren a su libertad partiendo de sus privilegios. Cuando hablan
de igualdad, se refieren a su igualdad, asimétrica volcada a su lado. Cuando
hablan de justicia, se refieren al mantenimiento de sus derechos de privilegio.
En definitiva, cuando los
neoliberales hablan de España, se refieren a SU España, a una España ‘como dios
manda’ donde sus privilegios se mantienen, se defienden y se potencian, donde,
en realidad, la desigualdad, la injusticia y la esclavitud son ‘el pan nuestro
de cada día’ para los españolitos que no son ‘como dios manda’.
3.- Judicatura
Qué decir de los jueces? Qué
podemos decir cuando llevamos casi dos años ‘permitiendo’ nombramientos fundamentales
por parte de una institución ‘vencida’, de tal manera que, siendo la
segunda vez en pocos años que se repite la misma situación, siempre con el PP
en la oposición y tras haber perdido el Gobierno por corrupción, la Judicatura en España está copada ‘debidamente’ por jueces ‘como dios manda’?
Qué podemos decir del PP, supuestamente
una ‘asociación criminal para delinquir’, según podía leerse en
diferentes medios a finales de mayo de 2018, tras la sentencia judicial de la
Gürtel, enrocado en
su negativa a renovar la cúpula judicial, sólo (es una ironía) por el hecho de
tenerla copada y bien montada para defenderse de los cientos de juicios habidos
y por haber tras más de una década podrida, como argumentaba Iñaki
Gabilondo, en la SER, el pasado 8 de septiembre?
Qué podemos decir de las grabaciones
hechas al exministro de interior del PP, Fernández Díaz, en el anterior
gobierno del PP de M.Rajoy, donde aseguraba a su interlocutor catalán que ‘ésto
la fiscalía te lo afina’?
Bueno, en este caso al menos, podemos decir que el exministro acaba de ser imputado por supuesta participación en el espionaje a su propio tesorero, Bárcenas, para eliminar supuestas pruebas de delito contra el PP.
Por qué
el PP se cierra en banda a renovar el CGPJ?
La respuesta nos la da su presidente
Casado cuando le preguntan su posición frente a la información desvelada tras
el levantamiento de sumario de la Operación ‘Kitchen’, sobre el espionaje a su
extesorero Bárcenas:
<<estamos acostumbrados a penas
de telediario que luego quedan en nada>>.
Tras 40 años de dictadura, seguidos
de otros tantos de una ‘Transición’ muy particular, la Judicatura está ‘tomada’
por los conservadores y ultraconservadores, que interpretan una cosa o la
contraria según quién es el autor de los hechos juzgados.
Y, de ésto, sabe latín Elisa Beni,
que lleva muchos años escribiendo sobre jueces.
Hay muchísima gente que considera
necesario ilegalizar al PP, por higiene democrática: a destacar la más que cualificada opinión del Catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo.
Y, de igual manera, de cualquier otro
partido, nacional o autonómico, que incurra en las misma prácticas del PP
durante las últimas décadas.
4.-
Cloacas del Estado
En realidad, todos los puntos
tratados hasta aquí (fake news y bulos, hipocresía y cinismo del
neoliberalismo, judicatura y cloacas del Estado) y también los próximos de los Medios
propiedad del poder económico y de la Iglesia Católica Española, forman parte
de la misma historia: la defensa a ultranza, panza arriba, de los
privilegios de unos privilegiados.
Jorge Lago, economista y profesor
universitario, ex de Podemos, afirma: <<todos los privilegios son
ilegítimos, sin embargo, los poseedores se creen merecedores de ellos, y,
además, también consideran que los no poseedores se merecen su falta.>>
La comprobada existencia de las cloacas del Estado supone el cuestionamiento real y efectivo de nuestra democracia, tal y como afirma Iñaki Gabilondo.
No hay ordenador cuántico en el mundo
capaz de contener toda la mierda fabricada y manipulada interesadamente para
combatir a todos aquellos que han osado siquiera discutir los privilegios de
los privilegiados.
Incluso han ido más allá: lo han hecho hasta contra otros de su misma camada
que, como lobos hambrientos, disputaban las mismas piezas de caza.
Nos llevaría años confeccionar una
simple lista.
Sin embargo, nos bastará con citar al
cloaquero mayor del reino, al ínclito Villarejo.
De una misma cerda, de una misma
marrana, han nacido como ristras de chistorra miles de informes ad hoc, a la
carta de los peticionarios y sobre cualquier ámbito. Incluso, como he apuntado antes,
contra miembros de la misma piara.
No ha habido asunto alguno ocurrido
en España en los últimos años donde no haya defecado: BBVA, Podemos en múltiple versiones
(financiación iraní y bolivariana, PISA), PP madrileño, PP valenciano, ………………..
La gravedad de esta práctica llevada
a cabo por el PP más allá de la última década (‘década podrida’,
según Iñaki Gabilondo) se multiplica exponencialmente si tenemos en cuenta que se
ha hecho desde las instituciones del Estado y con fondos públicos reservados (reservados
para ellos, claro).
Urge eliminar cualquier vestigio de
policía patriótica o asimilada, eliminar las cloacas y establecer un férreo
control parlamentario de su inexistencia así como de los fondos reservados.
5.-
Medios propiedad del poder económico
Y, todo ello, ha sido aireado
debida y oportunamente, por unos Medios propiedad del poder económico,
interesado obviamente en que nada cambie, con una prole, ralea, de
pseudoperiodistas voceros a su servicio, donde destaca con nombre propio mi
paisano Inda y su panfleto OK Diario.
A destacar a este respecto, la necesaria y vergonzosa participación necesaria de determinados medios y periodistas, la opinión de Jesús Maraña, Director de Infolibre.
La gran mayoría de la prensa escrita,
salvo contadas y honrosas excepciones, se han aplicado con afán en dos
objetivos concretos:
-
desviar la atención hacia asuntos ciertos, menores, o, en gran medida,
fabricados, contra Podemos,
-
lanzarse como alimañas contra el Gobierno legítimo actual.
La lista es
larga: El Mundo, La Razón, ABC, Libertad Económica, OK Diario,….. y alguna
incursión del, a veces, irreconocible ElPaís.
Todos
ellos coinciden en ser propiedad directa, por accionariado, y/o indirecta, por
vinculación y dependencia comercial, del poder
económico.
Por ello, es
fundamental y necesario la independencia de los Medios, como ocurre con eldiario.es
e Infolibre, que dependen de las aportaciones de sus Socios, como yo en ambos
diarios.
Y, en la medida de lo posible, evitar
la existencia de televisiones caseras, de NODOS manipulados por los partidos de
turno.
El resto de
Medios, en tanto entidades privadas, que hagan lo que quieran y puedan.
6.-
Privilegios e intereses Iglesia Católica
Todos los
fundamentalismos, de cualquier signo y sector, son reprobables, negativos y muy
perjudiciales para cualquier sociedad.
Todos los
credos, todas las religiones son, esencialmente, fundamentalistas.
Las religiones se basan en verdades
absolutas de fe, en la negación del individuo y de su inteligencia, en la
preponderancia de rebaño acrítico y sumiso, gobernado, manipulado y dirigido por pastores
elegidos divinamente (quiero decir que viven divinamente a cuenta del cuento).
La Iglesia Católica, como la mayoría
de sus similares equivalentes, siempre ha medrado junto al poder: junto al poder militar en las
dictaduras, junto al poder económico en las dictablandas capitalistas.
La dictadura
franquista en España es un clarísimo ejemplo de ello.
Al igual que también lo es, de su
contrario, el asesinato vil de los jesuitas de la Teología de la Liberación, con
Ignacio Ellacuría a la cabeza, por posicionarse a favor de la gente de a pie,
por defender a los miserables, de hambruna miseria.
España,
según reza su Constitución de 1978, es un estado laico.
Es decir, aconfesional,
sin religión oficial, con libertad de credo.
No obstante, todo indica que tal
consideración es una real falacia: casilla de la iglesia en el IRPF,
subvenciones y subsidios de todo tipo, nóminas y pensiones pagadas por el Estado,
exenciones de impuestos, y, la guinda absoluta, la apropiación indebida
permitida por una ley sacada de la manga por parte del PP, en concreto de su
adalid Aznar, de decenas de miles de inmuebles inmatriculados por la Iglesia a su favor. Sirva como
ejemplo sublime la Mezquita de Córdoba.
Urge retrotraer tales
inmatriculaciones a la propiedad del Estado, aplicar los impuestos que
correspondan como a cualquier persona o empresa, y, sobre todo, eliminar toda
clase de ayudas, subvenciones, subsidios y exenciones.
Libertad de credo, por supuesto, pero
que cada correligionario se pague el suyo de su bolsillo personal.
Curiosamente, la opacidad de las cuentas de la Iglesia, su falta de transparencia y de rendición de cuentas, agrava más si cabe las consecuencias de una privilegiada e injustificable situación, como afirma Ignacio Escolar, Director de eldiario.es en su artículo 'las cuentas de la iglesia no salen'